Musuqyachiq yachachiq: la paidea ateniense en la revista «Pumacahua» (1940) dirigida por José María Arguedas

José María Arguedas es una de las figuras más relevantes en torno al quehacer poético que aborda las cuestiones del hombre andino. Su labor como pedagogo le permitió conocer de forma inmediata las diversas realidades de aquellos jóvenes que se hallan en proceso de formación. En 1939 llega a Sicuani-Cuzco para ejercer la docencia en un reciente colegio que se estaba inaugurando: I.E. Mateo Pumacahua. Como docente de los cursos de Geografía, Historia y Lengua, Arguedas asume la dirección de un numeroso grupo de estudiantes de secundaria: “Se inició el año lectivo con 84 alumnos repartidos entre los tres primeros años; en 1940 este número aumentó a 150 (…)” (Medina, 2014, p. 8).

Su visión inclusiva y poco convencional para la época, en torno a cómo hacer que el educando no se aliene con las materias a desarrollar, lo motiva a gestionar y materializar un proyecto educativo, ejecutado junto a sus alumnos, en donde se logra plasmar su criterio de paideia. Esta categoría son los elementos vinculados con una visión pedagógica que el docente dispone con el ánimo de mejorar los aprendizajes en los estudiantes. Así, Arguedas confecciona la revista Pumacahua, en dos ediciones simultáneas, “una en diciembre de 1939 y la otra en enero de 1940, esta última bajo la dirección de José María Arguedas” (Medina, 2014, p. 10).

Las líneas que conforman su paideia se observan desde el inicio de la revista al asumir un rol testimonial en donde da cuenta de las enormes brechas jerárquicas que existen entre los docentes y el estudiante. “En los cinco años de Instrucción Secundaria que hice, nunca leímos un libro en clase, nunca cruzamos una palabra de amistad con los profesores. Ellos eran un grupo de gentes, y nosotros otro, completamente aparte” (Arguedas, 1940, p. 1). El testimoniante enuncia la carencia de un proyecto imbricado que entreteja el valor de las artes y su sociedad. Al no existir un proyecto de plan lector se suprime la capacidad imaginativa y cognitiva que puede adquirir un joven.

De acuerdo al testimonio de Arguedas, el ecosistema educativo mantenía una configuración de antaño propio de una paideia espartana (educación basada en la supremacía del docente) “el Colegio era siempre un local grande, donde profesores y alumnos nos encerrábamos para estudiar tantos cursos: Química, física, Matemáticas, Geografías, Historia, Anatomía, Botánica. De lo que pasaba y de lo que había fuera de este local, nunca hablábamos” (Arguedas, 1940, p. 1). La escuela es vista como una prisión en donde el estudió de la ciencia es un proceder tedioso e insustancial. Si se considera que todo saber proviene de la realidad y esta es aprendido para saber cómo administrar el entorno, y proyectarse hacia tiempos remotos, el carácter de paideia espartana en el que está insertado Arguedas no promueve ningún deseo hacia el saber.

Estos elementos son lo que Arguedas busca erradicar. “De esta manera, enseñar suponía un intenso compromiso que pasaba por reconocer a la escuela como “un espacio de diálogo entre las personas y las culturas que lo habitan” (Mathews, 1999, p. 18). Esto implica un tipo de paideia ateniense (formación de carácter dialéctico socrático en cuanto al modo de aprender conforme a la conversación y el testimonio).

Arguedas observa la necesidad de constituir en la revista un proyecto editorial que se desmarque de lo convencional y en el que se puedan observar contenidos diversos que estriban entre lo literario, cultural, etnográfico y pedagógico. Así, la pretensión principal del proyecto es “(…) el despertar en la conciencia del alumno una íntima y profunda necesidad de saber, y un interés exigente de conocer su país” (Arguedas, 1940, p. 1). Esto significa que el rol pedagógico de Arguedas no solo se encuentra en el carácter de divulgación que ofrece dicha empresa, sino en la gestación de 1) la conformación de un alumnado que desarrolle una cualidad investigadora y 2) provocar en el estudiantado sicuaneño la imperiosa y vital conciencia crítica ante los hechos circundantes.

De esta manera, en la revista se han de presentar el mayor número de producciones estudiantiles en donde se explore no solo la capacidad creativa, sino también el hecho de cuestionar el poder hegemónico al revelar ideas novedosas en tanto literatura y folklore se trate. Esto se manifiesta en la sección de poesía en donde, tras un trabajo de creación lírica, y un terremoto funesto, es el poema Pomacanchis, del joven Blas Valerio Aguilar (16 años) quien revela una profunda sensibilidad estética digna de ser publicada. Según Arguedas (1940) este estudiante:

Sabe tomar las palabras en su expresión absoluta; y les dá, a veces, el infinito sentido de belleza que tienen las palabras. (… .) Blas Aguilar, tiene el oído y la capacidad de concepción de los poetas verdaderos. Y aliento la esperanza de que los que lean estos cuatro poemas, compartirán de mi creencia y de mi entusiasmo. (p. 5)

El docente percibe en su educando la posibilidad de ser un creador con cualidades únicas capaz de trascender. Sus versos no solo transportan un contenido en donde la cotidianeidad del hombre andino convive con la naturaleza, sino también otorga un tono elegiaco animista a lo que no es humano para denotar una sensibilidad que no reniega de sus orígenes y no excluye a quien no puede enunciar (en este caso lo natural). Un hecho no aleatorio es la estructura inicial con la que comienza la revista. Parte de la Lírica como carta de presentación e intencionalidad de seducir al lector partiendo del tratamiento de lo estético. Esto coincide con el carácter de la paideia ateniense que busca la formación integral del sujeto mediante la apreciación de sí mismo con el ánimo de construirse moralmente, por lo tanto, el arete ya no es exclusivo e intrínseco de una elite, sino que se puede alcanzar por medio un trabajo sinérgico entre el gnosos y la phisis.

Bibliografía

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  • Lazo, S. (1991). Narraciones Pumacahuinas ¡Soldado Mena! Un cuento… Autoedición.
  • Medina, L. (2014). Bodas de diamante del colegio Pumacahua de Sicuani. Autoedición.
  • Medina, L. (1996). José María Arguedas: El Maestro. Profesor fundador del colegio Pumacahua de Sicuani: sus experiencias. Autoedición.
  • Osorio, J. (s.f.). Escritos sobre Sicuani. Municipalidad Provincial de Sicuani S.A.
  • Salazar, N. (2020). José María Arguedas y la Revista Pumaccahua: creación literaria e investigación etnográfica. Revista Caracol, (20),378-409. DOI: https://doi.org/10.11606/issn.2317-9651.i20p378-409
  • Mathews, D. (1999). La paideia retrógrada: Escuela y novela en Arguedas. Centro Cultural José María Arguedas.
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