En la región Junín, específicamente en Muruhuay, ubicado a solo 20 minutos de la plaza de Tarma, se celebra una de las festividades más extensas del mes de mayo, en honor al Cristo de la Roca.
LA HISTORIA
Los lugareños cuentan que esta tradición se remonta al año 1835, cuando, según la creencia popular, la imagen del Señor de Muruhuay apareció milagrosamente en el cerro Shalacoto. Esta aparición coincidió con una epidemia de viruela que afectaba a toda la región, y se dice que gracias a ella el pueblo fue salvado de la enfermedad. Desde entonces, en señal de veneración, se celebra esta festividad cada año. El nombre ‘Muruhuay’, precisamente, significa «la casa de la viruela».
APERTURA DE LAS FIESTAS DE MAYO
Durante estas celebraciones el principal atractivo es el pasacalle y baile de la chonguinada que fue declarada como Patrimonio de la Nación. Esta fiesta se extiende en los 9 distritos de toda la provincia y con coloridos trajes, pasos únicos, el acompañamiento musical de diferentes orquestas que a ritmo de saxos, clarinetes y arpas, dan la bienvenida a cientos de turistas que llegan expresamente para las celebraciones en honor al Señor de Muruhuay.

La chonguinada no es el único atractivo puesto que en años anteriores también acompañaron a desfilar los países vecinos. Como es el caso de Bolivia, quienes llegaron con sus danzas más representativas: caporales y saya. Por lado de las regiones y provincias aledañas también participan para darle aún más color a las fiestas.
Para sus devotos más fieles, asistir a misa se convierte en un verdadero ritual durante su llegada al Centro Poblado. En estas fechas, el Santuario del Señor de Muruhuay se llena de creyentes que acuden a pedir por sus familias. Algunos encienden velas, otros bendicen sus vehículos, y muchos oran por la salud de sus seres queridos.

Los visitantes, siempre atraídos por la fe y la cultura local, se apresuran en llevarse algunos recuerdos. Es fácil encontrar cuadros de distintos tamaños, llaveros de todos los colores y amuletos alusivos al santo patrón de los lugareños.
LA GASTRONOMIA LOCAL
Platos típicos como la pachamanca de siete colores, preparada al estilo tradicional bajo tierra, siguen vigentes hasta el día de hoy. Este delicioso potaje se acompaña con papa, camote, humitas, habas y diversas carnes. También destacan la trucha a la parrilla y el cuy en sus distintas presentaciones, auténticos atractivos gastronómicos que todo turista debe probar durante las festividades.
